Horarios de otoño e invierno


¡Atención por favor! 
Para tomar nota...

Al iniciarse el mes de Mayo cambian los horarios de actividades en nuestra parroquia.

Así pues las Misas se celebran de martes a sábados a las 19 horas. Y los domingos a las 11 y a las 19:30 horas.

Secretaría parroquial atiende de lunes a viernes de 16:30 a 19:30 horas. 

En caso de cualquier duda se puede consultar por secretaría (únicamente en horario de atención) al teléfono 03543-420002 o por correo electrónico a: 
secretariapdelvalle@hotmail.com.ar

La esperanza y el gozo de dos Papas Santos

Homilía del Papa Francisco en la misa de canonización del Papa Juan XXIII y Juan Pablo II
Vaticano, 27 de abril de 2014.

En el centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua, y que san Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.

Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde, como hemos escuchado, no estaba; y, cuando los demás le dijeron que habían visto al Señor, respondió que, mientras no viera y tocara aquellas llagas, no lo creería. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos: Tomás también estaba; se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquel hombre sincero, aquel hombre acostumbrado a comprobar personalmente las cosas, se arrodilló delante de Jesús y dijo: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28).

Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la comprobación de la fe. Por eso, en el cuerpo de Cristo resucitado las llagas no desaparecen, permanecen, porque aquellas llagas son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer en Dios. No para creer que Dios existe, sino para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: «Sus heridas nos han curado» (1 P 2,24; cf. Is 53,5).

San Juan XXIII y san Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano (cf. Is 58,7), porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.

Fueron sacerdotes y obispos y papas del siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte, la cercanía materna de María.

En estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia había «una esperanza viva», junto a un «gozo inefable y radiante» (1 P 1,3.8). La esperanza y el gozo que Cristo resucitado da a sus discípulos, y de los que nada ni nadie les podrá privar. La esperanza y el gozo pascual, purificados en el crisol de la humillación, del vaciamiento, de la cercanía a los pecadores hasta el extremo, hasta la náusea a causa de la amargura de aquel cáliz. Ésta es la esperanza y el gozo que los dos papas santos recibieron como un don del Señor resucitado, y que a su vez dieron abundantemente al Pueblo de Dios, recibiendo de él un reconocimiento eterno.

Esta esperanza y esta alegría se respiraba en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, de la que hablan los Hechos de los Apóstoles (cf. 2,42-47), como hemos escuchado en la segunda Lectura. Es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad.

Y ésta es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí. Juan XXIII yJuan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos. No olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia. En la convocatoria del Concilio, san Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado, guiado por el Espíritu. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; por eso me gusta pensar en él como el Papa de la docilidad al Espíritu santo.

En este servicio al Pueblo de Dios, san Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene.

Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama.

Celebraciones de Semana Santa en nuestra Parroquia

Invitamos a la comunidad parroquial a vivir con intensidad y devoción 
la semana más importante de la cristiandad.

A continuación se desarrolla 
el programa de celebraciones en nuestra parroquia 
durante la Semana Santa:
¡Te esperamos!

Agenda semanal y Avisos 6 al 12 de Abril

DOMINGO 6 DE ABRIL

Domingo 5 de Cuaresma
11 hs: Santa Misa.
20 hs: Santa Misa.

LUNES 7 DE ABRIL

18 hs: Catequesis de Comunión, 1° nivel (Susana)
19:30 hs: Narcóticos Anónimos.

MARTES 8 DE ABRIL

9 hs: Gimnasia para Adultos.
16 hs: Reunión de Taller de Corte y Confección.
18 hs: Catequesis Comunión, 1° nivel (Mara) y de Confirmación (Pedro).
19:30 hs: Alcohólicos Anónimos.
20 hs: Santa Misa.

MIÉRCOLES 9 DE ABRIL

16 hs: Mercado de pulgas.
18:30 a 20 hs: Catequesis Comunión, 2° nivel (Ilda).
19 hs: Catequesis Comunión, 2° nivel (Vito).
19:30 hs: Narcóticos Anónimos.
19:30 hs: Coro.
19:30 hs: Rezo del Santo Rosario (Celso).
20 hs: Santa Misa.

JUEVES 10 DE ABRIL

9 hs: Gimnasia para Adultos.
18 hs: Reunión Grupo Vicentino “Cura Brochero”.
18 hs: Lectio Divina.
18:30 hs: Catequesis Comunión, 1° nivel. (Hna. Adriana)
18:30 hs: Catequesis Comunión, 2° nivel. (Marta)
19:30 hs: Alcohólicos Anónimos.
20 hs: Santa Misa.

VIERNES 11 DE ABRIL

19 hs: Grupo de Jóvenes.
19:30 hs: Narcóticos Anónimos.
19:30 hs: Adoración Eucarística.
20 hs: Santa Misa.

SÁBADO 12 DE ABRIL

10 hs: Apoyo Escolar.
10 hs: Infancia Misionera.
17:30 hs: Encuentro Pre Bautismal para padres y padrinos.
19:30 hs: Narcóticos Anónimos.
19:30 hs: Bendición de Ramos y Santa Misa.
• Se recuerda que el martes a las 18 hs. comienza la catequesis de preparación para el sacramento de la Confirmación. Todavía pueden inscribirse jóvenes de 14 a 18 años.

• El jueves a las 18 hs. habrá Lectio Divina (Lectura orante de la Palabra).

• El sábado actividad para niños en Infancia Misionera. Se los invita a llegar a la parroquia a las 10 de la mañana.

• Clases de Gimnasia para adultos, que se realizan los días martes y jueves a las 9 de la mañana. ¡Están invitados!

• El sábado próximo se hará la Bendición de Ramos y Santa Misa a partir de las 19:30. Y el domingo desde las 10:30 hs. Se invita a los que puedan que traigan ramos de olivo en cantidad suficiente para todos.

• Cáritas parroquial solicita para la asistencia alimentaria que se realiza con familias carenciadas: aceite, arroz, fideos, azúcar.

Evangelio del Quinto Domingo de Cuaresma

En aquel tiempo, había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.
Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo». Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.
Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea». Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?». Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él». Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle». Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará». Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él». Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con Él».
Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá». Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará». Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día». Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo».
Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue donde Él. Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?». Le responden: «Señor, ven y lo verás». Jesús se echó a llorar. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería». Pero algunos de ellos dijeron: «Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?».
Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra». Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día». Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?». Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado». Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar».
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él.  (Jn 11,1-45)

Vía Crucis Cuaresma 2014

Todos los cristianos sabemos qué importante es la Pascua. Si queremos vivirla plenamente, vamos a preparar nuestro corazón durante la Cuaresma que va desde el Miércoles de Ceniza hasta la Semana Santa. A nivel personal y comunitario en la Cuaresma renovamos la gracia de nuestro bautismo, que nos anima a renovar la conciencia y gracia de ser hijos amados por el Padre y hermanos que peregrinan juntos. Nos invita a desprendernos de todas aquellas actitudes y fragilidades que se nos han adherido por el camino y que no están en sintonía con el Evangelio de Jesús.

Desde el misterio pascual, “como Pueblo de Dios que peregrina en Córdoba, estamos invitados a hacer con Jesús la experiencia de mirarnos, cuidarnos y caminar como hermanos; colaborando desde comunidades fraternas en la construcción de una sociedad más justa y solidaria”. (Objetivo Pastoral 2014-2016).

“Sostener y acrecentar esta experiencia de Jesús, que es fundamento de toda fraternidad, para que en y con Él, podemos renovar las relaciones y los vínculos en nuestras familias, comunidades y sociedad”.

Agradecemos a la Comisión Arquidiocesana de Liturgia de la Arquidiócesis de Córdoba por este aporte con el que nos ayudan a rezar y acompañar al Señor en el camino de la cruz.

Para acceder al archivo (pdf) del Vía Crucis es necesario entrar en la página del Arzobispado de Córdoba:   http://www.arzobispadocba.org.ar/