Soy Felipe, catequista y encargado de Comunicaciones de
la Parroquia y ustedes me conocen porque habitualmente reciben la información
que les envío por correo electrónico de la actividad parroquial y el material
que publico en este blog.
Por la gracia de Dios, en la segunda quincena de Abril he
podido realizar un hermoso viaje-peregrinación por Italia y el Padre Juan me ha
pedido que haga un breve relato para compartir con todos las experiencias
vividas en esta oportunidad.
Iniciamos cerca de Milán, en Montechiari, donde visitamos
el sencillo pero tocante Santuario de María, Rosa Mística. Un lugar recogido y
silencioso, donde la presencia mariana es ostensible incluso en el perfume de
rosas que pueblan el lugar.
Santuario de la Rosa Mística - Montechiari
Luego de allí seguimos a Padua, hermosa ciudad con muchos
vestigios medievales que contrastan con la parte más moderna y actual. Por
cierto que en Padua nos llenó el espíritu el poder empaparnos de todo lo
relacionado con la vida de San Antonio. Su imponente basílica que recorrimos palmo a
palmo, el conocimiento de toda su vida, la visita a su tumba de piedra
en una nave lateral de la gran basílica, son vivencias que quedarán grabados
para siempre en el corazón.
Basílica de San Antonio - Padua
Idem
Seguimos al día siguiente a Venecia, con visita incluida
a la Basílica de San Marcos, con su imponente torre campanario, al lado del Palacio Ducal.
Y luego a Florencia, con la hermosa Plaza del
Duomo, la imponente Basílica de Santa María del Fiore, con su campanario y el
Baptisterio (siglo XV). En esta ciudad asistimos a Misa el Domingo de Pascua (en
la Basílica de San Lorenzo).
Plaza San Marcos - Venecia
Puente Viejo - Florencia
La siguiente jornada viajamos a Asís… un pueblo de
ensueño erigido en la ladera de una montaña, con todo su aire medieval y su
misticismo que “se respira” a cada paso. Visitamos la Basílica de San Francisco
y la Basílica de Santa Clara. Y bajando de la montaña visitamos la iglesia de
Santa María de los Ángeles en cuyo interior se conserva la Porciúncula (primera
iglesia erigida por el mismo San Francisco luego de recibir el “pedido” del
crucifijo de San Damián en el sentido de reconstruir su iglesia).
Llegando a Asís
Basílica de San Francisco - Asís
Asís
En Asís, a metros del convento de los frailes menores,
tuve un encuentro providencial: caminando por los corredores del convento
encontré una persona que me llamó la atención y a quien de inmediato reconocí:
¿se acuerdan de ese “mendigo” vestido con harapos similares a un hábito
franciscano de yute, descalzo, que bajo la lluvia rezó todo un día en la Plaza
San Pedro mientras se realizaba la primera jornada del cónclave que luego
elegiría al sucesor del Papa Benedicto XVI? Ese hombre, que rezaba de rodillas
pidiendo por un papa humilde y con el espíritu de San Francisco, llamó la
atención de toda la prensa mundial, e incluso muchos decían que era el
mismísimo “poverello de Asís”. Él había llegado caminando desde Asís al
Vaticano (180 kms) y luego desapareció tan misteriosamente como llegó. Su
nombre es Massimo Coppo, está cumpliendo en estos días 65 años, y tiene un
pasado de estudios en universidades italianas y de muy relevante posición
social hasta que decidió abandonar todo por seguir y anunciar a Cristo. Ahora vive
pobremente, duerme en los portales de los conventos franciscanos y es un
singular “profeta moderno” que llama a la conversión. Pude dialogar con él y
recibir su testimonio instando a todos a valorar la sangre redentora de Jesús y
alejarnos del pecado y de la pasión por el consumismo materialista para volver
los ojos humildemente a Él.
Dialogando con Mássimo Coppo en Asís
Seguimos al día siguiente a Siena, visitando la Basílica
de Santa Catalina que conserva reliquias de la Santa y Doctora de la Iglesia.
Recorrimos el hermoso trazado medieval de esta ciudad llegando a la Plaza del
Campo, famosa por las carreras de caballo que anualmente se hacen sobre el
adoquinado que la rodea, el Palio, donde compiten representantes de cada barrio
de Siena.
Siena
Luego fuimos a Casia (pueblo natal de Santa Rita donde se
conserva su cuerpo incorrupto); a Lanciano (donde tuvo lugar el Milagro
Eucarístico en el año 700) y a Loreto (allí se conserva la Santa Casa de la Anunciación a la
Virgen en Nazaret).
Loreto
La penúltima etapa de esta peregrinación fue visitar San
Giovanni Rotondo, la pequeña población de la provincia de Foggia, donde vivió
desde 1916 hasta su muerte (23 de setiembre de 1968) el Padre Pío, religioso
capuchino hoy santo. Conocimos allí la iglesia vieja (Santa María de las
Gracias) donde se conservan numerosas cosas personales y reliquias y hasta la
celda intacta donde vivió el P. Pío; también el confesionario donde tantísimas
horas pasó ejerciendo uno de sus más grandes ministerios: el sacramento de la
reconciliación. Enfrente se encuentra el inmenso hospital, de cuyos inicios
también fue responsable el empeño del santo. Y unos metros más allá la
imponente iglesia nueva, llamada Santuario Padre Pío, y en su cripta los restos
incorruptos del Padre Pío.
Confesionario del Padre Pío
Cripta con el cuerpo del Padre Pío
Cercanías de San Giovanni Rotondo
La etapa final del viaje fue Roma: canonización de Juan
XXIII y Juan Pablo II y asistencia a Audiencia Papal de los miércoles.
Lo primero que debo decir es que Roma era en esos días una
“ciudad invadida”… tomada por cientos de miles de peregrinos (estiman casi dos millones)
de todo el mundo, pero en particular polacos, checos, argentinos, mexicanos,
brasileños, colombianos… y muchos países más, todos ataviados con ropas típicas
y con banderas de sus naciones conformando una policromía hermosa y dando una
nota a tono con esa alegría del Evangelio a la que nos invita el Papa Francisco.
Zona de Plaza Navonna - Roma
El día de la canonización a las 05:00 se abrían las
barreras para ingresar a la plaza... y a esa hora de la madrugada había ya un
millón de peregrinos pugnando por entrar...!!!
Miles y miles de ellos llevaban dos días viviendo y durmiendo en la zona
aledaña a la Plaza San Pedro... y como consecuencia de su sacrificio lograron ocupar
los primeros lugares, más las cinco cuadras que siguen a la Plaza en la Vía de
la Conciliazione hasta el río Tíber... Por lo tanto, a pesar de llegar tan
temprano, no pudimos estar ni cerca de la plaza y del Papa y como miles más en
la misma situación tuvimos que seguir la canonización por las pantallas,
respirando ese aire de santidad y espiritualidad que flotaba en el ambiente y
que le daban a la celebración la presencia de 4 Papas: los dos santos, más
Benedicto y Francisco... Algo nunca visto en Roma, algo inédito, algo
excepcional… un regalo de Dios que siempre nos sorprende con su amor.
Plaza San Pedro
Idem
Papa Francisco
Al día siguiente, lunes, fuimos a la misa de acción de
gracias, en la misma plaza San Pedro, que si bien fue multitudinaria, ya no fue
tantísima gente como a la canonización, y allí pudimos estar ubicados en un muy
buen lugar cercano al altar, seguir la Misa con atenta devoción y comulgar con
muchos hermanos de todo el mundo.
Y el miércoles 30 fuimos a la audiencia pública del Papa
Francisco en la Plaza, en un lugar muy cercano a él. Pudimos saludarlo y
recibir su bendición, aunque no dialogar con él porque la cantidad de personas
hacía imposible el contacto directo. En la zona especial donde nos ubicaron
(gestión de nuestro obispo) había el doble de personas de lo que habitualmente
hay... Roma, ciudad invadida por el fervor cristiano.
Completamos en Roma otras visitas: San Pablo de
Extramuros, San Juan de Letrán, Iglesia del Gesú (de los jesuitas, con la tumba
de San Ignacio de Loyola), catacumbas, Plaza Navona, el Panteón, Fontana di
Trevi, y varios sitios históricos más.
Es un gran regalo de Dios haber vivido esta peregrinación
por Italia y ahora poder compartirla con todos ustedes.
Saludos y bendiciones a todos.
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