La Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP) es una
organización caritativa católica laica dirigida por voluntarios, creada en
París en 1833 por un grupo de laicos católicos entre los que se encontraba
quien después sería beatificado por Juan Pablo II: el beato Federico Ozanam.
Su objetivo es ayudar a los pobres para aliviar su
sufrimiento y fomentar su dignidad e integridad humana. La Sociedad realiza sus
proyectos con el esfuerzo de más de 720.000 voluntarios en 142 países que
atienden cada año a cerca de 17.000.000 personas en cualquier parte del mundo y
ante cualquier tipo de necesidad. Ayudan en catástrofes humanitarias tales como
tsunamis y terremotos o situaciones de guerra.
Desde su fundación, la organización ha sido dirigida
única y exclusivamente por seglares católicos que colaboran con la jerarquía
eclesiástica católica pero actúan de forma independiente. Está constituida y
dirigida por voluntarios, en la mayoría laicos católicos, que entregan parte de
su tiempo a la Institución.
Sus acciones abarcan varios campos en los cuales es
siempre importante el contacto personal con las personas necesitadas a quién se
ayuda sin considerar su género, raza, creencia religiosa, fondo social o
étnico, salud, cultura u opiniones políticas: proyectos de acogida y de
servicio social, de formación, educación y desarrollo; lleva adelante estructuras
sanitarias; centros para la infancia y para jóvenes, como escuelas y centros de
formación profesional; hospicios; centros para madres solteras o mujeres con
dificultades y para la rehabilitación de encarcelados; institutos para
discapacitados físicos y mentales; ayudas para las víctimas de la violencia, de
catástrofes y de guerras; servicios de asistencia y apoyo para enfermos
terminales, alcohólicos y drogadictos; programas para familias en dificultades:
trabaja en la realidad de los distintos países, con acciones que respeten sus
tradiciones y culturas y hasta que la persona ayudada puede auto-sustentarse.
Los diversos grupos de caridad, denominados “Conferencias”
se ponen bajo la protección de la Virgen
María y el patrocinio de San Vicente de Paúl, quien reunió todos los caracteres
de lo que pretende ser una Conferencia: la oración, la acción para aliviar a
los más pobres, y la inquietud de la inteligencia que los lleva a reflexionar
sobre las causas de la pobreza para tratar de
superarlas.
Con gran rapidez los grupos se extienden a través del mundo entero, guiados
por esta voluntad fundadora de servir a Cristo en los pobres. En 1846 la SSVP
llega a América y ya en 1913 había 8000 Conferencias que agrupaban a 134.000
miembros en el mundo.
Hoy en día, la SSVP es una verdadera red mundial de caridad, que combate
la miseria con sencillez y sin ruido;
está ubicada en 146 países, con cerca de 720.000 los socios, quienes conforman 45.440 Conferencias. Las
dos terceras partes de las Conferencias
(equipos de trabajo) se encuentran en países en vías de desarrollo, por lo que la Sociedad puede
considerarse precursora en cuanto a la
ayuda fraterna en el tercer mundo, en un espíritu de reparto,
solidaridad y hermanamiento. Los pobres
ayudan a los más pobres. Sus acciones solidarias van desde las visitas a familias en situación de pobreza, hasta
muchas otras actividades como la entrega
de alimentos, ropa, etc.
En nuestra parroquia tenemos en funcionamiento desde hace
un año la Conferencia Vicentina “Cura Brochero” que realiza acción solidaria y
pastoral en tres establecimientos geriátricos de la zona. Si alguien está
dispuesto a incorporarse será muy bienvenido, siendo el requerimiento disponer
de un par de horas un día por semana.
Informes: pdelvallecba@gmail.com
Hoy estamos celebrando el bicentenario del nacimiento de
Federico Ozanám, que fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en agosto de
1997. Para conocer detalles de la vida del fundador de la Sociedad San Vicente
de Paul, hacer clic acá.
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