Mensaje del Papa por la Jornada Mundial por la Paz


En la mañana del pasado 15 de diciembre, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la presentación del Mensaje del Santo Padre para la XLVI Jornada Mundial de la Paz que se celebra el 1 de enero y cuyo tema este año es “Bienaventurados los que trabajan por la paz”. Han intervenido el cardenal Peter K. A. Turkson y monseñor Mario Toso, respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

El cardenal se ha referido, en primer lugar, al carácter “concreto” del documento: “La expresión evangélica del título -ha dicho- puede hacer pensar en un mensaje sobre todo de tipo espiritual, por así decir, teórico. En cambio, la argumentación del Papa es extremadamente adherente a la realidad. Constata un hecho: la existencia, en medio de conflictos, tensiones y violencias, de numerosos artífices de paz; en la explicación de la bienaventuranza evangélica subraya como ésta sea una promesa que es certeza, en cuanto procede de Dios, que no está ligada al futuro, sino que se ha cumplido ya en esta vida; indica claramente que deben hacer los artífices de paz: promover la vida en su plenitud, en su integridad, por lo tanto, en todas las dimensiones de la persona humana; llama la atención sobre los problemas más urgentes: la recta visión del matrimonio, el derecho a la objeción de conciencia, la libertad religiosa, (...), la cuestión del trabajo y el desempleo, la crisis alimentaria, la crisis financiera, el papel de la familia en la educación”.

En segundo lugar ha subrayado la “positividad” del mensaje que, “además de abrir la puerta a la esperanza, refleja el amor a la vida y a la vida en su plenitud, por lo cual, al lado de los temas de la defensa de la vida, el Papa resalta aquellos unidos a la justicia, necesarios para una vida digna, en plenitud, es decir en la que todos tengan la posibilidad de desarrollar sus propias potencialidades”.

Otra característica es “el aspecto educativo y pedagógico” del texto. “Un aspecto -ha reiterado el cardenal Turkson- muy importante para la Iglesia, que tiene entre sus tareas la de 'formar las conciencias'. Bajo este aspecto, es digno de nota el llamamiento del pontífice a la responsabilidad de las diversas instancias educativas llamadas a formar clases dirigentes adecuadas y a estudiar nuevos modelos económicos y financieros. Esto es necesario para superar la fase particularmente grave que atraviesa el mundo globalizado, una fase de profunda crisis espiritual y moral en la que todavía hay conflictos sangrientos y múltiples amenazas a la paz”.

Por su parte Monseñor Toso ha señalado que el mensaje de Benedicto XVI es “una invitación a ser artífices de paz a trescientos sesenta grados, tutelando e implementando todos los derechos y deberes del ser humano y de la comunidad”.

“En este sentido - ha proseguido- es sintomático del modo de ver y de sentir del pontífice, el pasaje en que, en un contexto de recesión económica -causada también por la crisis financiera comenzada en 2007- polemizando con las ideologías del liberalismo radical y de la tecnocracia, según las cuales el desarrollo sería posible sin el progreso social y democrático, invita a no erosionar los derechos sociales, entre los cuales, sobre todo el derecho al trabajo. Este es un derecho fundamental y no marginal. Sin la defensa y la promoción de los derechos sociales -como enseñaban en el siglo pasado los liberales, comunistas, socialistas y católicos- no se realizan adecuadamente los derechos civiles y políticos. La misma democracia, sustancial, social y participativa peligraría.

“En breve, el mensaje aboga por el crecimiento de una familia humana que no esté dividida entre grupos y pueblos en favor de la vida y grupos políticos que militan, en cambio, por la paz, sin tener en cambio la misma 'pasión' por la defensa de la vida humana, desde el amanecer hasta el ocaso. La paz y el bien común se persiguen comunitariamente, realizando el bien pleno de cada ser humano y de cada pueblo”, ha concluido, el secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

El texto completo del documento papal puede leerse haciendo clic acá.

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