El
2 de Febrero se celebra la Presentación del Niño Jesús en el Templo y la
Purificación de la Virgen María. Se conoce también esta fiesta como "La
Candelaria".
Aunque
esta fiesta es principalmente de carácter Cristológico, en ella se conmemora un
acontecimiento muy importante en la vida de María: su purificación y la
presentación de su hijo al sacerdote en el Templo, en cumplimiento de su
obligación de consagrarlo a Dios. Y más todavía porque es ésta una fiesta de la
luz que es la que le da nombre. La fiesta de la Candelaria se llama así porque
en ella se bendicen las candelas que se van a necesitar durante todo el año, a
fin de que nunca falte en las casas la luz tanto física como espiritual. Los
fieles acuden a la Santa misa de este día con las velas, que son bendecidas
solemnemente por el sacerdote y a continuación se hace una corta procesión
entre dos iglesias cercanas o por el interior de la misma iglesia, con las
velas encendidas. Esta fiesta tenía gran significación cuando la única luz en
las casas era la de las velas y candiles.
Esta
fiesta cierra el ciclo de Navidad y se celebra exactamente a los cuarenta días
del 25 de diciembre. A mediados del siglo V se celebraba con luces y tomó el
nombre y color de "la fiesta de las luces"
La
Jornada de la Vida consagrada se celebra en la fiesta en que se hace memoria
de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para
ofrecerlo al Señor" (Lc 2, 22).
La
celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que tiene lugar por
primera vez el 2 de febrero de 1997 tiene como objetivo ayudar a toda la
Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a
Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo
tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para
renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su
entrega al Señor
La
misión de la vida consagrada en el presente y en el futuro de la Iglesia, en el
tercer milenio, no se refiere sólo a quienes han recibido este especial
carisma, sino a toda la comunidad cristiana. En la exhortación apostólica
post-sinodal ‘Vita consecrata’,
publicada en 1996 por Juan Pablo II, escribía: "En realidad, la vida
consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para
su misión, ya que «indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana» y la
aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo"
(n. 3). A las personas consagradas, pues, quisiera repetir la invitación a
mirar el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y el poder de
su gracia, capaz de obrar siempre nuevas maravillas: "¡Vosotros no
solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran
historia que construir! Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu
os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas" (ib., 110).
La
Jornada Mundial de la Vida Consagrada se celebra cada año con un triple
objetivo:
-
Promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y el aprecio de la vida
consagrada.
-
Dar gracias a Dios por el gran don de la vida consagrada que enriquece y alegra
a la comunidad cristiana con sus múltiples carismas y con los frutos de tantas
vidas consagradas totalmente a la causa del Reino.
-
Invitar a las personas consagradas a celebrar juntas y solemnemente las maravillas
que el Señor ha realizado en ellas y hacer más viva la conciencia de su
insustituible misión en la Iglesia y en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario.