En este primer día
del año se conjugan tres celebraciones: es la Jornada Mundial de la Paz,
recordamos el día en que Jesús Niño fue circuncidado según el rito judío, y
profesamos solemnemente nuestra fe en María Madre de Dios. “Si nos preguntamos
cuál es el camino central y recto de nuestro mundo terreno que nos lleva a
aquella humanidad de Cristo, en la que encontramos la revelación de Dios y
nuestra salvación, la respuesta está pronta y bellísima: ese camino es la
Virgen. Es María la cristífera, la portadora de Cristo al mundo. De la
maternidad virginal de María podemos pasar a la humanidad de Cristo
Hombre-Dios” (Beato Pablo VI, audiencia del 28/12/1966).
PRIMERA LECTURA
Lectura
del libro de los Números (Núm 6, 22-27)
El
Señor dijo a Moisés: “Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así
bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: ‘Que el Señor te bendiga y te
proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia.
Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz’. Que ellos invoquen mi
nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal
66, 2-3. 5-6. 8
R. El Señor tenga
piedad y nos bendiga.
El
Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga
brillar su rostro sobre nosotros,
para
que en la tierra se reconozca
su
dominio, y su victoria, entre las naciones. R.
Que
canten de alegría las naciones,
porque
gobiernas a los pueblos con justicia
y
guías a las naciones de la tierra.
El
Señor tenga piedad y nos bendiga. R.
¡Que
los pueblos te den gracias, Señor;
que
todos los pueblos te den gracias!
Que
Dios nos bendiga,
y
lo teman todos los confines de la tierra. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura
de la carta del apóstol San Pablo a los cristianos de Galacia (Gál 4, 4-7)
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una
mujer y sujeto a la ley, para redimir a los que estaban sometidos a la ley y
hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios
infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios
llamándolo: ¡Abbá!, es decir: ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y
por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
+
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (Lc 2, 16-21)
Los
pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el ángel del Señor, y
encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en un pesebre. Al
verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los
escuchaban, quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto,
María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores
volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído,
conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de
circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido
dado por el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
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