El domingo: día
para encontrarnos, compartir y descansar
Los Obispos de la Provincia de Córdoba deseamos compartir
con toda la ciudadanía algunas reflexiones a propósito del debate sobre las
jornadas laborales dominicales en la esperanza que pueden servir para el
diálogo. Creemos que debemos animarnos a mirar y a conciliar el trabajo con el
tiempo familiar.
En el transcurso de estos años nos descubrimos, como
afirmaba en mayo pasado la Conferencia Episcopal Argentina, como una sociedad
enferma y fragmentada que necesita recrear los vínculos, protegerlos y fortalecerlos.
Estos vínculos que nos humanizan se engendran principalmente en el seno de la
familia. Ella tiene un valor insustituible y es la célula madre de toda
sociedad, solo la familia irradia vida a todos los sectores de nuestra querida
Córdoba. Necesitamos recuperar la cultura del trabajo, pero también la alegría
propia de los auténticos festejos cívicos y religiosos, superando el
individualismo, así como el descanso sólo físico o de mero interés comercial
consumista o turístico.
¿Cómo podemos imaginarnos una sociedad mejor si en el
seno de la familia no podemos gestar la cultura del encuentro, del amor y del
tiempo brindado gratuitamente entre sus integrantes? Creemos que el domingo es
el día del encuentro y nadie debe faltar a la mesa familiar, nadie debe
privarse de jugar e incluso “perder tiempos” con sus hijos.
No se trata de una discusión técnica economicista, se
trata de humanizar el trabajo y sus resultados económicos. No se trata que
empleados y empleadores no ganen dinero, más bien, estamos convencido que se
trata de invertir en el “capital humano”.
Nos dice el Papa Francisco: “Este es un punto
"crítico", un punto que nos permite discernir, valorar la calidad
humana del sistema económico en el que nos encontramos. Y dentro de este ámbito
se sitúa también la cuestión del domingo laboral, que no interesa sólo a los
creyentes, sino que interesa a todos, como elección ética. Es este espacio de
la gratuidad lo que estamos perdiendo. La pregunta es: ¿a qué cosa queremos dar
prioridad? El domingo libre del trabajo —excepto los servicios necesarios—
significa que la prioridad no la tiene lo económico sino lo humano, lo
gratuito, las relaciones no comerciales sino familiares, amistosas, y para los
creyentes la relación con Dios y con la comunidad. Quizá ha llegado la hora de
preguntarnos si trabajar el domingo constituye una verdadera libertad. Porque
el Dios de las sorpresas es el Dios que rompe los esquemas, sorprende y rompe
los esquemas para que lleguemos a ser más libres: es el Dios de la libertad”
(Discurso del 5/7/2014 en Campobasso).
Somos conscientes de que el debate es complejo y que
conlleva la participación de todos los actores sociales, en especial y con un
protagonismo imprescindible, el Estado, los empresarios, y los gremios que
representan y resguardan el don valioso del trabajo de sus afiliados.
Creemos firmemente que el Señor Jesús –el Hijo del
Carpintero- iluminará a aquellos que tienen en sus manos el poder de definir
este debate, estamos convencidos que el diálogo hará posible una resolución en
donde la familia tenga valor de tesoro. Sí, porque eso es la familia, un
valioso tesoro para cada uno de nosotros y para toda la sociedad.
Dios ha querido que un día a la semana descansemos para
coronar con espíritu de fiesta y reposo, los días de trabajo transcurridos;
para tomar fuerzas, también espirituales, que nos permitan proseguir con ánimo
y alegría el curso de nuestra vida. La Iglesia desde siempre ha considerado al
domingo como un día de descanso y de fiesta, porque es el "día del
Señor" en el que conmemora y celebra la Resurrección de Cristo.
De corazón, pedimos a cada ciudadano que por un momento
piense en su intimidad ¿tu familia es tu tesoro?
Porque “Donde está tu tesoro, allí estará también tu
corazón”.
Córdoba, 7 de agosto de 2014 – Día de San Cayetano
+ Carlos José Ñáñez (Arzobispo de la Arquidiócesis de
Córdoba)
+ Eduardo Martín (Arzobispo electo de la Arquidiócesis
de Rosario y Administrador Apostólico de la Diócesis de Río Cuarto)
+ Santiago Olivera (Obispo de la diócesis de Cruz del
Eje)
+ Sergio Buenanueva (Obispo de la diócesis de San
Francisco)
+ Gustavo Zurbriggen (Obispo de la Prelatura de Deán
Funes)
+ Samuel Jofré (Obispo de la diócesis de Villa María)
+ Pedro Torres (Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de
Córdoba)
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