EL BAUTISMO DEL SEÑOR
En este domingo damos
por terminado el tiempo de la Navidad y comenzamos el tiempo litúrgico llamado
“Tiempo Ordinario” o “Tiempo durante el año”. Así como el bautismo de Jesús
significó el comienzo de su vida pública, así para nosotros este día señala en la
liturgia el momento de comenzar a recorrer, junto a Jesús, el tiempo de su
ministerio público en la Palestina dominada por los romanos, alrededor del año
30 de nuestra era.
PRIMERA LECTURA
Lectura
del libro de Isaías (Is 42, 1-4. 6-7)
Así
habla el Señor: Este es mi servidor, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien
se complace mi alma. Yo he puesto mi espíritu sobre él para que lleve el
derecho a las naciones. Él no gritará, no levantará la voz ni la hará resonar
por las calles. No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que arde
débilmente. Expondrá el derecho con fidelidad; no desfallecerá ni se
desalentará hasta implantar el derecho en la tierra, y las costas lejanas
esperarán su ley. Yo, el Señor, te llamé en la justicia, te sostuve de la mano,
te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, la luz de las naciones, para
abrir los ojos de los ciegos, para hacer salir de la prisión a los cautivos y
de la cárcel a los que habitan en las tinieblas.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal
28, 1a. 2-3ac. 4. 3b. 4. 9c-10
R. El Señor bendice a
su pueblo con la paz.
¡Aclamen
al Señor, hijos de Dios!
¡Aclamen
la gloria del nombre del Señor
adórenlo
al manifestarse su santidad!
El
Señor bendice a su pueblo con la paz. R.
¡La
voz del Señor sobre las aguas!
El
Señor está sobre las aguas torrenciales.
¡La
voz del Señor es potente,
la
voz del Señor es majestuosa! R.
El
Dios de la gloria hace oír su trueno.
En
su templo, todos dicen: “¡Gloria!”.
El
Señor tiene su trono sobre las aguas celestiales;
el
Señor se sienta en su trono de Rey eterno. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura
de los Hechos de los Apóstoles (Hech 10, 34-38)
Pedro,
tomando la palabra, dijo: “Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción
de personas, y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la
justicia, es agradable a él. Él envió su Palabra al pueblo de Israel,
anunciándoles la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el
Señor de todos. Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por
Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: cómo Dios ungió a Jesús de
Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. Él pasó haciendo el bien y
sanando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba
con él”.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
+
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (Mt 3, 13-17)
Jesús
fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por
él. Juan se resistía, diciéndole: “Soy yo el que tiene necesidad de ser
bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!”. Pero Jesús le
respondió: “Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo
que es justo”. Y Juan se lo permitió. Apenas fue bautizado, Jesús salió del
agua. En ese momento, se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios
descender como una paloma y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que
decía: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi
predilección”.
Palabra del Señor
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